Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.
Es en ti la ilusión de cada día.
Llegas como el rocío a las corolas.
Socavas el horizonte con tu ausencia.
Eternamente en fuga como la ola.
He dicho que cantabas en el viento
como los pinos y como los mástiles.
Como ellos eres alta y taciturna.
Y entristeces de pronto, como un viaje.
Acogedora como un viejo camino.
Te pueblan ecos y voces nostálgicas.
Yo desperté y a veces emigran y huyen
pájaros que dormían en tu alma.
Del libro "Veinte poemas de amor y una canción desesperada"
De todos los instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones del brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y la imaginación... J.L.Borges
miércoles, 17 de noviembre de 2010
jueves, 4 de noviembre de 2010
Constancia
No te receles;
Que no ha de reinar nadie
Donde tú reines.
Vive alegre y placentero;
Que el que fue primer amor
Siempre ha sido verdadero.
Amor mío, no pierdas
Las esperanzas,
Que en el pozo más hondo
La soga alcanza.
Fragmento del libro Cantos populares españoles
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