
De todos los instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones del brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y la imaginación... J.L.Borges
martes, 5 de abril de 2011
Francis Scott Fitzgerald - Jorge Luis Borges

Peregrino - Luis Cernuda

lunes, 4 de abril de 2011
Macbeth - William Shakespeare

Lady Macbeth: ¡Cobarde! Dame esas dagas. Están como muertos. Parecen estatuas. Eres como el niño a quien asusta la figura del diablo. Yo mancharé de sangre la cara de esos guardas. (Suenan golpes)
Macbeth: ¿Quién va? El más leve rumor me horroriza. ¿Qué manos son las que se levantan, para arranar mis ojos de sus órbitas? No bastaría todo el Océano para lavar la sangre de mis dedos. Ellos bastarían para enrojecerle y mancharle.
Lady Macbeth: También mis manos estás rojas, pero mí alma no desfallece como la tuya. Llaman a la puerta del Mediodía, lavémonos, para evitar toda sospecha tu valor se ha agotado en el primer ímpetu. Oye… Siguen llamando… Ponte el traje de noche. No vean que estamos en vela. No te pierdas en vanas meditaciones.
Macbeth: ¡Oh, se la memoria y el pensamiento se extinguiesen en mí, para no recordar lo que hice!
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